El yoga llegó a occidente en el siglo XIX por medio del acercamiento de maestros provenientes de India. La puerta de entrada fue desde un abordaje principalmente físico y relacionado a las posturas (asanas), visión que prima en la actualidad. Además de la práctica física, existen otras disciplinas yóguicas que se enfocan en diferentes aspectos del ser humano. Entonces al reconocer nuestra relación predominantemente postural con el yoga y entender la complejidad de su desarrollo, que data de milenios, nos preguntamos; ¿Qué otras facetas podemos encontrar en él? ¿Cuáles son o qué tipos de prácticas yóguicas (no físicas) existen?
¿Cómo podemos acercarnos al corazón del yoga?
¿Qué es el yoga?
A la hora de responder esta pregunta es fácil entrar en un océano de conceptos y prácticas que más que aclarar generan confusión.
Para dar una respuesta breve y funcional, podemos decir que el yoga es una de las seis darsanas ortodoxas hindúes.
La palabra darsana, es un concepto sánscrito usado para definir una cosmovisión, un conjunto de directrices que guían al ser en busca del mejoramiento humano. Al ser una filosofía ortodoxa, afirma la creencia en una conciencia suprema o creadora, en una fuente de vida (Atman/Brahman/Isvara).
Cabe mencionar que la filosofías hindúes coexisten y dialogan entre sí, por lo cual no es posible estudiar yoga en profundidad sin conocer otras darsanas con las que se interdesarrolla (samkhya, vedanta, budismo).
Tipos de Yoga
Los tipos de yoga pueden definirse por sus prácticas y el sendero a recorrer por el practicante en la búsqueda de la unión final con lo divino samadhi.
- Karma Yoga. El sendero de la acción, se enfoca en la acción desinteresada, libre de los frutos de la misma y el servicio a los demás.
- Bhakti Yoga. El sendero de la devoción. Se basa en cultivar una relación personal y profunda con lo divino a través de la adoración, la oración, el canto de mantras y la participación en rituales religiosos. El Bhakti Yoga busca desarrollar un amor incondicional y una entrega total a lo divino.
- Jnana Yoga. El sendero del conocimiento o de la sabiduría. Este tipo de yoga se basa en la búsqueda del conocimiento espiritual y la comprensión de la naturaleza de uno mismo y del universo. Implica el estudio de textos sagrados, la reflexión, la meditación y el discernimiento para alcanzar la iluminación. El Jñana Yoga busca trascender la ilusión de la realidad y comprender la verdadera naturaleza del ser.
- Raja Yoga. El sendero del control físico y mental, se centra en la meditación y el control de la mente. Raja Yoga se basa en los ocho pasos del yoga estructurados por Patanjali en sus Yoga Sutras.
Cabe mencionar que esta clasificación no es taxativa, sólo son definiciones que nos ayudan a comprender la versatilidad de esta disciplina. Cada practicante puede de manera artesanal escoger las técnicas que más se ajusten a su personalidad y momento de vida.
Para acercarnos al corazón del yoga, es importante desarrollar una comprensión no superficial de sus principios, historia y cosmovisión. Es decir, no solo explorar las posturas físicas, sino también las enseñanzas y textos que fundamentan esta darsana. Además, es esencial cultivar la práctica regular de la meditación para conectar con nuestra esencia más profunda y experimentar la unión interior que el yoga busca promover.
