En los Yoga Sutras, de Patanjalí se destacan dos elementos dialécticos que nutren el camino yóguico en toda su diversidad. En el sutra 12 del primer capitulo, en medio de la conceptualización del yoga patanjálico, emergen los cimientos para construir la práctica una y otra vez.
«La supresión de los #vrittis se logra mediante la práctica persistente (abhyasa) y el desapego (vairagya).»
Considero que aprender a transitar la primera serie de posturas nos desafía a practicar estos dos conceptos, una observación y autodescubrimiento donde el campo de estudio es tu cuerpo y mente.
A través del estilo mysore cada practicante puede desarrollar su propio ritmo y profundidad, con una base/estructura que sostiene, como lo son la secuencia y la guía/acompañamiento de quien guía.